Alertan de la llegada de la peligrosa carabela portuguesa a las playas de Valencia
Confundida a menudo con una medusa, este espécimen conocido por la reactividad de sus picaduras ha llegado al Mediterráneo: ya se han avistado cinco ejemplares en dos días en las playas de El Perellonet, El Saler, La Garrofera y el Cabanyal.
Después de varias semanas escuchando que la carabela
portuguesa había ha vuelto un año más a las costas del norte de España, ahora
es el turno de las del Mediterráneo. Según medios locales, ya se han avistado
cinco ejemplares de este espécimen parecido a la medusa en las playas de la
Comunidad Valenciana en solo dos días, las más cercanas a Aragón para ir los
fines de semana de verano.
Hasta ahora, se trata de casos aislados y no de
bancos que puedan suponer un riesgo para el baño, aunque sí que es recomendable
extremar las precauciones si acudimos a las playas de la costa de la ciudad de
Valencia, concretamente en El Perellonet, El Saler, la Garrofera y Cabanyal. Y
es que la picadura de la carabela portuguesa es más agresiva debido a sus
toxinas, que pueden provocar daños tales como mareos, vómitos o convulsiones.
Así lo explican en el blog de actualidad de la Cruz Roja, desde donde llaman a
la calma de los bañistas, pero también a extremar la prudencia en caso de ver
una.
Por el momento, al ser casos aislados, no ha sido
necesario el cierre de ninguna playa y tampoco izar la bandera roja, aunque,
debido a las altas temperaturas registradas estos días en Valencia (se están
alcanzando los 28 grados), no se descarta que puedan registrarse nuevos
avistamientos de carabela portuguesa en el Mediterráneo, siendo recomendable
ser cuidados y saber cómo actuar si vemos una en la playa, ya que según la Cruz
Roja los ejemplares que han visto yacían sin vida en las orillas.
No obstante, medios locales sí informan que estos
días se han visto bancos de medusas (nadan bajo la superficie y no tienen el
velo y los tentáculos azules y rosas que caracterizan a la carabela) en puntos
como las playas del sur, donde sí se han registrado asistencias para reducir la
picazón que provoca su contacto con la piel humana, entre otros síntomas.
Desde Cruz Roja piden a los bañistas "calma y
prudencia" cuando sufran la picadura de una medusa o, en el caso de este
verano, de la carabela portuguesa, espécimen que desde hace unas semanas ha
sido avistado en costas del norte (desde Galicia hasta País Vasco, pasando por
Cantabria y Asturias) y, ahora, también en el Mediterráneo. No obstante,
también explican qué hacer ante la aparición de un ejemplar, ya sea en el agua
o en la arena, pues una rápida actuación de los usuarios puede ayudar a que el
impacto sea menor. Así, uno de sus técnicos de Medio Ambiente, José Cacho,
explica que es importante aprender a reconocerlas, algo sencillo y positivo de
cara a evitarlas: "No está bajo la superficie, tiene una parte aérea o
vela (de ahí su nombre), y sus tentáculos son azules, rosas y rojos, pudiendo llegar
a medir 10 metros o más".
Respecto a lo que hay que hacer cuando vemos a una
medusa, asegura que "no hay que alarmar: sí informar", quien recuerda
que lo habitual es que no se den casos fatales para la salud, pero que es
importante retirarlas de las zonas de baño para evitar el contacto con los
bañistas.
"Hay que llamar o avisar al personal, o al
socorrista más cercano. Incluso cuando las vemos en la orilla, aplastadas,
porque es difícil saber si son inocuas o no. En caso de que no haya
socorristas, se puede llamar también al 112", asevera Cacho y recuerda que
es muy importante respetar un perímetro de seguridad y dejar actuar a los
profesionales.
Según la web del Ministerio de Sanidad de España,
entre las recomendaciones estivales, conviene seguir una serie de consejos en
caso de haber tocado o sido picado por una medusa o carabela portuguesa:
Limpiar la zona afectada por la picadura: hay que
lavar sin frotar y usando siempre agua salada (en el propio mar) o en su
defecto suero salino. Es importante no utilizar agua dulce, ya que por
“diferencias de presión osmótica los restos de células urticantes que persistan
podrían explotar y difundir más veneno”.
Avisar al socorrista más cercano o acudir al puesto
de socorristas de la playa para ser atendido.
Si hay restos de tentáculos adheridos a la piel, se
debe eliminar cuidadosamente utilizando unas pinzas o un mecanismo que asemeje
el modo de una pinza, como el uso de dos tarjetas. Nunca hay que tocar la zona
directamente con las manos.
Posteriormente, se puede aplicar frío (no más de 20
minutos) sobre la zona afectada usando una bolsa de plástico que contenga
hielo, para evitar la inflamación y reducir el dolor. Pero nunca poniéndolo en
contacto directamente con la piel, ya que puede producir quemaduras.
Es importante, además, evitar la exposición de la
herida a la luz solar, así como rascarse.
Si el dolor es muy intenso o el estado de la persona
empeora progresivamente, deberá avisar nuevamente al socorrista o acudir de
inmediato a un centro médico.
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