La ciudad de Valencia impulsa espacios urbanos para filtrar el agua de lluvia
Los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS)
habilitados en diferentes ubicaciones del barrio de Ciudad Fallera, en el
distrito de Benicalap, permiten gestionar y filtrar hasta el 100% del agua de
las lluvias. Así se desprende del estudio de la iniciativa piloto desarrollada
por Las Naves, en el proyecto europeo GrowGreen, para adaptar espacios urbanos
con el fin de mitigar los efectos del cambio climático.
Estos sistemas han sido desarrollados en en un
jardín vertical instalado en el Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP)
Ciudad Fallera; en el tejado verde del Centro de Personas Mayores de Benicalap;
y en dos ubicaciones más grandes: el entorno urbano de la calle del Foc y la
plaza Regino Más, donde se ha diseñado un corredor verde azul; y en una área
continúa en el Parque de Benicalap, que ha pasado de ser un solar en desuso a
convertirse en un bosquete sostenible de 5.273 metros cuadrados, lleno de
vegetación y destinado al uso de la ciudadanía.
El informe sobre la monitorización de estas dos
últimas zonas, realizado por el Instituto Universitario de Investigación de
Ingeniería del agua y Medio Ambiente (UPV), ha permitido comprobar que el
pavimento y suelo permeable instalado en ambas zonas ha demostrado alta
eficiencia. Estas estructuras SUDS facilitan la reducción en la zona del
corredor verde de los volúmenes totales de escorrentías que llega al
alcantarillado (entre un 66% y un 100%), y de los caudales máximos (entre el
37% y el 100%).
El estudio de la UPV destaca además de la alta
capacidad de filtración de los SUDS, que estos también consiguen una alta
eficiencia en la retención de sustancias contaminantes, en porcentajes que van
del 65% al 100%.
En cuanto al bosquete, la eficiencia de gestión del
agua ha llegado también al 100%. El propio diseño del espacio también facilita
la gestión de las precipitaciones. Se ha combinado una topografía estudiada
para que la escorrentía dirija el agua hacia los diferentes SUDS y se han
empleado sistemas de bio-retención como son tres cuencas de infiltración
conectadas en cascada. Todo para facilitar la gestión y el ahorro del agua.
El bosquete, además, cuenta con otros beneficios,
porque las diferentes especies vegetales plantadas, compensan las emisiones de
CO₂ del barrio y estuvieron consultadas durante el proceso de participación del
proyecto, donde se implicó al vecindario. Esta vegetación reduce la exposición
a la radiación solar y ha mejorado el estrés térmico de la zona, favoreciendo
además la presencia de animales y aumentado la biodiversidad del área.
La concejala de Innovación, Paula Llobet, ha
manifestado que “las inclemencias del tiempo derivadas del cambio climático
provocan cada vez con más asiduidad un mayor volumen e intensidad de
precipitaciones, y que la ciudad de València, afectada por esta circunstancia,
trabaja dentro de la estrategia de la Misión Climática 2030, en iniciativas que
estudian y prueban soluciones para tratar, entre otras cuestiones, esta
problemática y buscar la eficiencia y aprovechamiento del agua de la lluvia,
incluso de aquella que, con cada vez mayor frecuencia, se produce de manera torrencial”.
“En este contexto –ha subrayado Llobet- estas
acciones piloto son fundamentales en la búsqueda, investigación y prueba de
nuevas maneras de hacer frente a las consecuencias del cambio climático”. “Es
necesario que aportemos soluciones que nos permitan adaptarnos, y que nuestra
ciudad esté al frente de esta misión”, ha afirmado.
.-
Comentarios
Publicar un comentario