El pantano de Bellús contiene 45 toneladas de peces cuando debería tener 2
El embalse de Bellús, que regula el caudal del río
Albaida, es uno de los que más problemas ha generado en los últimos años, con
reiteradas críticas por parte de los vecinos que viven cerca de esta
infraestructura a causa del mal estado del agua y su entorno.
Tal como informa el diario Las Provincias, la
Confederación Hidrográfica del Júcar, CHJ, responsable de esta presa ha puesto
en marcha diferentes proyectos para mejorar el estado del agua del embalse y
que esta zona pueda ser disfrutada por los vecinos de la Vall d'Albaida. Y es
que el embalse está eutrofizado a causa de la gran cantidad de nutrientes en el
agua y esto genera un color verde que produce malos olores cuando se remueve la
masa.
La Confederación ha realizado un estudio para
determinar el origen de esta mala calidad y se ha podido comprobar que en parte
se debe a que hay mucha más vida piscícola de la recomendada. « Hay unas 45
toneladas de peces cuando lo normal para el tamaño del embalse sería tener como
máximo dos toneladas», explica el comisario de Aguas, Marc García.
Para frenar la alta vida piscícola en esta presa ya
se han programado despesques para los próximos meses para reducir el número de
animales e intentar comprobar si la calidad de la masa hídrica mejora. «Actualmente
hay un barco sin tripulación que monitoriza la calidad del agua, lo estamos
estudiando ahora y se volverá a estudiar después del despesque para comprobar
si hay correlación entre este problema», añade García.
Otro de los problemas del embalse de Bellús que
provoca que aumente el nitrógeno en el agua es la escorrentía generada por los
campos agrícolas de alrededor. Por este motivo, la CHJ ha proyectado crear un
cinturón verde que envuelva el embalse. Una iniciativa que será presentado en
breve a los alcaldes afectados para que puedan hacer retoques.
Otros de los proyectos contemplados aguas arriba del
embalse son la instalación de nuevos colectores en Ontinyent y l'Olleria, la
construcción de un tanque de tormentas en Benigànim y la ampliación de la
Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Alfarrasí. Los cuatro
proyectos ya están redactados, se encuentra en fase de evaluación ambiental y
cuentan con un presupuesto conjunto de 20 millones de euros.
Toda esta inversión de la Confederación busca
mejorar esta presa que se construyó en 1995 y ha supuesto un cambio en el
paisaje y la vida de los vecinos. Una infraestructura que ya está en marcha
desde este verano para atajar el problema de los malos olores es la torre de
multitoma adosada al paramento interior de la presa, que permite mejorar la
explotación del embalse, de modo que se puede derivar agua de los estratos que
presenten mejor calidad del agua en cada momento.
Otro de los inconvenientes de este embalse es que el
trazado de la línea de tren Xàtiva-Alcoi se ve afectada por su llenado por lo
que esta infraestructura no puede superar una cantidad que resulta insuficiente
en momentos de lluvias torrenciales. De la capacidad total de 69,2 hectómetros
cúbicos del embalse no se puede superar el 30% ya que provoca problemas en la
línea ferroviaria, un hecho que también está pendiente de solucionar y ya han
comenzado los trámites con el ministerio para modificar esta línea y así poder
aumentar la capacidad de reserva de la presa.
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